jueves, 21 de abril de 2011

El túnel (lo oscuro del alma, la verdad que el hombre pretende conocer)

 Ernesto Sábato 

Que el mundo es horrible, es una verdad que no necesita demostración. Bastaría un hecho para probarlo, en todo caso: en un campo de concentración un ex pianista se quejó de hambre y entonces lo obligaron a comerse una rata, pero viva.


Uno se cree a veces un superhombre, hasta que advierte que también es mezquino, sucio y pérfido. De la vanidad no digo nada: creo que nadie está desprovisto de este notable motor del Progreso Humano.

La experiencia me ha demostrado que lo que a mí me parece claro y evidente casi nunca lo es para el resto de mis semejantes.  Estoy tan quemado que ahora vacilo mil veces antes de ponerme a justificar o a explicar una actitud mía y, casi siempre, termino por encerrarme en mí mismo y no abrir la boca.

Diré antes que nada, que detesto los grupos, las sectas, las cofradías, los gremios y en general esos conjuntos de bichos que se reúnen por razones de profesión, de gusto o de manía semejante. Esos conglomerados tienen una cantidad de atributos grotescos, la repetición del tipo, la jerga, la vanidad de creerse superiores al resto.

— ¿De qué Sociedad?  Pregunté con oculta ironía, pues me revienta esa forma de emplear el artículo determinado que tienen todos ellos, la Sociedad, por la Sociedad Psicoanalítica; el Partido, por el Partido Comunista, la Séptima, por la Séptima Sinfonía de Beethoven.

Me he apartado de mi camino. Pero es por mi maldita costumbre de querer justificar cada uno de mis actos.

Existen en la sociedad estratos horizontales, formados por las personas de gustos semejantes, y en estos estratos los encuentros casuales (?) no son raros, sobre todo cuando la causa de la estratificación es alguna característica de minorías.


Es común que en las noches de insomnio sea teóricamente más decidido que durante el día, en los hechos. (Me pasa igual)

Hasta que comprendí que era inútil preocuparme de esa manera, recordé que era ella quien debía tomar la iniciativa de cualquier conversación. Y desde ese momento me sentí estúpidamente tranquilizado, y hasta creo que llegué a pensar, también estúpidamente: "Vamos a ver ahora cómo se las arreglará."

Pero ahora no tenía tiempo de entregarme a ese sentimiento: ya me torturaría más tarde, con tranquilidad.

Advertí que mi tranquilidad era bastante absurda: era cierto que no había pasado nada desagradable, pero también era cierto que no había pasado nada en absoluto.

Existía en ella algo que sugería edad, algo típico de una persona que ha vivido mucho; no canas ni ninguno de esos indicios puramente materiales, sino algo indefinido y seguramente de orden espiritual; quizá la mirada, pero ¿hasta qué punto se puede decir que la mirada de un ser humano es algo físico?; quizá la manera de apretar la boca, pues, aunque la boca y los labios son elementos físicos, la manera de apretarlos y ciertas arrugas son también elementos espirituales.

Mi cabeza es un laberinto oscuro. A veces hay como relámpagos que iluminan algunos corredores. Nunca termino de saber por qué hago ciertas cosas.

¡No es que no sepa razonar! Al contrario, razono siempre. Pero imagine usted un capitán que en cada instante fija matemáticamente su posición y sigue su ruta hacia el objetivo con un rigor implacable. Pero que no sabe por qué va hacia ese objetivo, ¿entiende? (mi caso, hago tantas cosas con infinito placer, sin embargo raramente se para que o porque)


—Usted piensa como yo. — ¿Y qué es lo que piensa usted? —No sé, tampoco podría responder a esa pregunta. Mejor podría decirle que usted siente como yo. Usted miraba aquella escena como la habría podido mirar yo en su lugar.

A veces creo que nada tiene sentido. En un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, nos enfermamos, sufrimos, hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren y otros están naciendo para volver a empezar la comedia inútil.

Quizá sintió mi ansiedad, mi necesidad de comunión, porque por un instante su mirada se ablandó y pareció ofrecerme un puente; pero sentí que era un puente transitorio y frágil colgado sobre un abismo.

Mi corazón golpeó. Necesitaba detalles: me emocionan los detalles, no las generalidades.

Uno de mis peores defectos: siempre he mirado con antipatía y hasta con asco a la gente, sobre todo a la gente amontonada; nunca he soportado las playas en verano. Algunos hombres, algunas mujeres aisladas me fueron muy queridos, por otros sentí admiración (no soy envidioso), por otros tuve verdadera simpatía; por los chicos siempre tuve ternura y compasión (sobre todo cuando, mediante un esfuerzo mental, trataba de olvidar que al fin serían hombres como los demás); pero, en general, la humanidad me pareció siempre detestable.

En la época en que yo tenía amigos, muchas veces se han reído de mi manía de elegir siempre los caminos más enrevesados: Yo me pregunto por qué la realidad ha de ser simple. Mi experiencia me ha enseñado que, por el contrario, casi nunca lo es y que cuando hay algo que parece extraordinariamente claro, una acción que al parecer obedece a una causa sencilla, casi siempre hay debajo móviles más complejos.

La gente que da limosnas; en general, se considera que es más generosa y mejor que la gente que no las da. Me permitiré tratar con el mayor desdén esta teoría simplista. Cualquiera sabe que no se resuelve el problema de un mendigo (de un mendigo auténtico) con un peso o un pedazo de pan: solamente se resuelve el problema psicológico del señor que compra así, por casi nada, su tranquilidad espiritual y su título de generoso. Júzguese hasta qué punto esa gente es mezquina cuando no se decide a gastar más de un peso por día para asegurar su tranquilidad espiritual y la idea reconfortante y vanidosa de su bondad. ¡Cuánta más pureza de espíritu y cuánto más valor se requiere para sobrellevar la existencia de la miseria humana sin esta hipócrita (y usuaria) operación!


Y una desbordante ternura hacia ella comenzó a invadirme: Me pareció que era una frágil criatura en medio de un mundo cruel, lleno de fealdad y miseria. Sentí lo que muchas veces había sentido desde aquel momento del salón: que era un ser semejante a mí.

¡Cuánto la comprendía y qué maravillosos sentimientos crecieron en mí con esta carta! Hasta el hecho de tutearme de pronto me dio una certeza de que María era mía. Y solamente mía: "estás entre el mar y yo"; allí no existía otro, estábamos solos nosotros dos, como lo intuí desde el momento en que ella miró la escena de la ventana. En verdad ¿cómo podía no tutearme si nos conocíamos desde siempre, desde mil años atrás?


A medida que fueron pasando los días, creció en mí una especie de locura. Le escribí una segunda carta que simplemente decía: "¡Te quiero, María, te quiero, te quiero!" A los dos días recibí, por fin, una respuesta que decía estas únicas palabras: "Tengo miedo de hacerte mucho mal." Le contesté en el mismo instante: "No me importa lo que puedas hacerme. Si no pudiera amarte me moriría. Cada segundo que paso sin verte es una interminable tortura."


¿Cómo? Te pregunto algo que para mí es cosa de vida o muerte, en vez de responderme sonreís y ademas te enojas. Claro que es para no entenderte.

Mis sentimientos, durante todo ese período, oscilaron entre el amor más puro y el odio más desenfrenado, ante las contradicciones y las inexplicables actitudes de María; de pronto me acometía la duda de que todo era fingido. Por momentos parecía una adolescente púdica y de pronto se me ocurría que era una mujer cualquiera, y entonces un largo cortejo de dudas desfilaba por mi mente


Yo tenía la certeza de que, en ciertas ocasiones, lográbamos comunicarnos, pero en forma tan sutil, tan pasajera, tan tenue, que luego quedaba más desesperadamente solo que antes, con esa imprecisa insatisfacción que experimentamos al querer reconstruir ciertos amores de un sueño. Sé que, de pronto, lográbamos algunos momentos de comunión. Y el estar juntos atenuaba la melancolía que siempre acompaña a esas sensaciones, seguramente causada por la esencial incomunicabilidad de esas fugaces bellezas. Bastaba que nos miráramos para saber que estábamos pensando o, mejor dicho, sintiendo lo mismo.


Y cuando yo, después de luchar entre mi odio y mi arrepentimiento, corrí a pedirle perdón, vi que su rostro estaba empapado en lágrimas. No supe qué hacer: la besé tiernamente en los ojos, le pedí perdón con humildad, lloré ante ella, me acusé de ser un monstruo cruel, injusto y vengativo. Y eso duró mientras ella mostró algún resto de desconsucio, pero apenas se calmó y comenzó a sonreír con felicidad, empezó a parecerme poco natural que ella no siguiera triste: podía tranquilizarse, pero era sumamente sospechoso que se entregase a la alegría después de haberle gritado una palabra semejante y comenzó a parecerme que cualquier mujer debe sentirse humillada al ser calificada así, hasta las propias prostitutas, pero ninguna mujer podría volver tan pronto a la alegría, a menos de haber cierta verdad en aquella calificación.

PERFIL PSICOLOGICO DE LOS PERSONAJES.

Juan Pablo Castel: es un personaje complicado, racionalista, neurótico y una infinidad de adjetivos que sobre todo nos muestra el cómo no debemos ser. Una persona de una soledad impresionante se angustia ante la posibilidad de ser engañado. No es que María ame a otro hombre, sino que el temor de Juan Pablo radica en no ser realmente amado. La encuentra y se reconoce en ella, pero tal vez equivoca el grado de similitud que existe entre los dos: a pesar de su esquizofrenia y sus desvaríos, de su soberbia y de su orgullo, Castel se conoce a si mismo, conoce su mezquindad, y piensa que María es igual; la juzga con los mismos patrones que se juzga a él. La ama y la odia porque se parece a él, odia lo que reconoce de sí mismo en ella.

María Iribarne: El personaje de Sábato, una mujer imprecisa que es asesinada por su amante, quien dice de ella: “María, por momentos parecía una adolescente púdica y de pronto se me ocurría que era una mujer cualquiera y entonces un largo cortejo de dudas desfilaba por mi mente”. No es buena, ni mala, simplemente no se precisa quien es, es un ser vago y misterioso que aparece y desaparece dejando un mar de dudas a su paso. Tiene un instinto maternal hacia las personas que le rodean, es mimosa y a la vez insegura del efecto que causa. También dice: “Mis sentimientos durante todo este periodo oscilaron entre el amor más puro y el odio más desenfrenado, ante la contradicciones y las inexplicables actitudes de María”.

miércoles, 13 de abril de 2011

14 ABRAZOS AL DIA ¿TE ATREVES?

14 ABRAZOS AL DIA ¿TE ATREVES?

"Nada funciona mejor que tener a alguien que te ama abrazándote". John Lennon.


El psicólogo Luis Venegas ofrece todos estos tipos de abrazos… deberías procurar recibir al menos 14 al día, solo con eso serias inmensamente feliz.

1. Abrazo de pajarito: Dando pequeños toques en la espalda del otro.


2. Abrazo de robot: Estando tenso, rígido.


3. Abrazo por compromiso: Formal, civilizado.


4. Abrazo de compadres: Dándose golpes en la espalda.


5. Abrazo de reencuentro: Luego de un largo tiempo en el que no se han visto por años, como en las recepciones en los aeropuertos.


6. Abrazo parcial: Poniendo una mano en la espalda del otro y con la otra estrechando la mano


7. Abrazo de sujeción: Se usa para retener a una persona a fin de que no se vaya.


8. Abrazo con forma de A: Las personas se abrazan, pero sin juntar sus cuerpos. Es un poco formal y se puede utilizar en muchas ocasiones.


9. Abrazo de costado: El brazo de uno se pasa por los hombros o cintura del otro. Típico entre enamorados cuando pasean.


10. Abrazo de cintura: Abrazo juguetón. Se brinda especialmente a personas dedicadas a tareas monótonas o rutinarias.


11. Abrazo por la espalda (también conocido como sujeta-cinturas): El abrazante se aproxima al otro desde atrás, le rodea la cintura con los brazos y lo estrecha con suavidad. Perfecto para dedicar a quien realiza una tarea rutinaria a pie.


12. Abrazo y contacto de mejillas: Se coloca los brazos sobre los hombros del otro, a la vez que le da un beso en cada mejilla. Implica consuelo, bondad y consideración.


13. Abrazo de consolación: Para brindar apoyo, especialmente en duelos, una persona pone la cabeza por encima del hombro de la otra persona manteniéndose así por un rato.


14. Abrazando un brazo: De la otra persona y permanecer así durante un tiempo. Puede ser caminando, sentados o echados.


15. Abrazo con doble intención: Mientras la persona está abrazando o siendo abrazada, por detrás hace gestos como mirar a otras cosas, hacer guiños o gestos con la mano, a veces dirigiéndose a otras personas.


16. Abrazo de oso: El típico entre padres e hijos, donde el más grande envuelve con su cuerpo al más pequeño.


17. Abrazo impetuoso: Juguetón e impetuoso. El abrazo impetuoso tiene el récord de brevedad. Un abrazante corre y echa los brazos al cuerpo del otro, le da un rápido apretón antes de soltarlo y sale a toda velocidad. El así abrazado debe estar alerta para responder al apretón, a fin de recibir el máximo beneficio de este abrazo.


18. Abrazo de compañerismo: Ambos se abrazan de costado poniendo los brazos sobre los hombros del otro.


19. Abrazo de cabeza: Es capaz de proporcionar apoyo y fuerza. Usualmente es brindado cuando el abrazado esta sentado y el abrazante esta de pie.


20. Abrazo con cabeza al hombro: Típico de enamorados en el cine viendo una película.


21. Abrazo con cabeza sobre el pecho: Generalmente cuando una de las personas es más alta que la otra, puede ser padres-hijos o entre enamorados.


22. Abrazo apasionado: con sensualidad, recorriendo distintas partes del cuerpo de su pareja.


23. Abrazo oriental: Ambos entrelazan los brazos con el cuerpo del otro. Se acompaña con una inspiración y es el más largo. Se ponen en contacto los espíritus de las personas a través del cuerpo.


24. Abrazo de corazón: Es el mejor y más intenso, largo, cálido que nace del corazón. Surge en cualquier momento por recordar fechas especiales, saludar, expresar alegría. Quien lo da ofrece ternura y amor puro incondicional. Tiene un gran poder.


Este tipo de abrazo no tiene límite de tiempo; puede durar varios segundos, anulando todas las distracciones cercanas y las prisas. El abrazo de corazón es pleno y largo, afectuoso y tierno, abierto y genuino, fuerte y solidario.


25. Abrazo gestáltico: Libremente expresando alguna frase de apoyo a fin de lograr el darse cuenta en el aquí y ahora y hacer el cierre de una gestalt abierta (situación pendiente o inconclusa).


26. Abrazo de sandwich o de a 3: Abrazo entre tres personas, usualmente protector para quien está en medio. Para padres con varios hijos o entre amigos. Implica consuelo y felicidad.


27. Abrazo grupal: Común entre compañeros. Se puede utilizar en equipos deportivos.


28. Abrazo familiar: Todo queda en familia.


29. Abrazo por fiestas: Navidad, Año Nuevo, cumpleaños, etc.


30. Abrazo con animales: Con mascotas.


31. Abrazo imaginario: Mediante visualización mental imaginaria (preferiblemente cerrando los ojos), la persona se hace la idea de que está abrazando al ser querido.


32. Abrazo a la distancia: Cuando una persona está a unos metros de distancia donde no es posible abrazarse en ese instante, uno hace la señal del abrazo desde lejos y la persona recibe simbólicamente ese abrazo.


33. Abrazo de mariposa: El que se da uno mismo tocando sus antebrazos con sus manos y reforzando su propia estima. Ayuda decir: “me quiero mucho”.


34. Abrazo virtual: El que nos damos a través de la red (internet). Sólo apto para personas sensibles, pero también reconfortante.

35. Abrazo trascendental o espiritual: El mejor abrazo de todos.


viernes, 1 de abril de 2011

32 canciones de ABRIL.... Cliché...



!ABRIL! algunas de las canciones que le hacen honor. 




1.    "... Estás aquí otro MES DE ABRIL, tirando piedras negras a un cielo azul añil..." Pignoise.

2.    ...nos pasan tantas cosas en la vida, que si aparece el sol hay que dejarlo pasar, ABRIL otra vez, para que no tengamos soledad... Fito Paez

3.    "...maldito ABRIL, sólo viene a recordarte que ya no eres feliz... “La Fuga.

4.    ...Así se siente Abril, eso es Abril, un sentimiento, eso es Abril, caricia al viento, luna que aclara el día... Antonio Flores.

5.    "...dale cura a este amor que no sabe morir, no me niegues la risa, tócame con las alas milagro de ABRIL..." Alberto Plaza.

6.    "...Mucho más allá de mi ventana mi esperanza jugaba a una flor, a un jardín, como esperando ABRIL.." Silvio Rodríguez.

7.    Especialmente en ABRIL, se echa a la calle la vida, cicatrizan las heridas y al corazón como al sol, se le alegra la mirada.. Joan M. Serrat.

8.    "...Se detuvo ABRIL, el cielo rojo y gris; desangrándose la tempestad, va empapándome en felicidad... " Ana Belén.

9.    "...Vive en el aire, la luna de ABRIL... ella brilla y brilla, y no sabe dormir..." Luis Alberto Spinetta.

10. "...Te soñé y en tu rostro gentil hasta pude ver tu sonrisa sutil. Quise ser como un niño otra vez, echando a correr bajo lluvia de ABRIL.." Francisco Cespedes. 


11.  ...Me prometió una noche y fueron mil, me dio una Nochebuena en pleno ABRIL. Sabina. 

12. "...te quiero pero te olvidaste ABRIL en el ropero, pero igual te quiero, no me gusta esperar, pero igual te espero..." Andrés Calamaro.

13. "Mis días de sol, mi cielo de ABRIL, te di mi calor, mi flor, te di mi dolor, te di mi verdad, mi yo, te di lo que fui" Jose Luis Perales.

14. "...Somos dos novios que no tienen MES DE ABRIL que no se miran porque si, que no se hacen reír..." La Oreja De Van Gogh.

15. "...Mil versos que rimar, un alma, una emoción, un pueblo, un trovador ABRIL se vuelve una canción..." Julio Iglesias.

16. "...Y una tarde de ABRIL la Intentaron trasladar al manicomio... " Maná.

17. "...tu puedes lograr que mi corazón vaya a mil, en especial en el MES DE ABRIL, cuando te vuelvo a ver.. "

18. "...tú eres el bien que me dibujará un día de ABRIL..." Presuntos Implicados.

19. "...De tantas cosas que perdí, diría que sólo guardo lo que fue, mágico tiempo que nació en ABRIL..." Alex Ubago.

20. "... Si solo quisieras bien podría hacerte feliz, solo este día haría Enero y ABRIL..." Julieta Venegas.

21. "...25 ABRILES que no volverán ¡25 ABRILES! ¡Volver a tenerlos! ¡Si cuando me acuerdo me pongo a llorar..." Francisco Canáro 1926.

22. "...eres el único mandamiento que aprendí, eres Wagner, eres Falla, eres Liszt, eres mi MES DE ABRIL..." Mari trini.

23. "Tengo todo excepto a ti y el sabor de tu piel...bella como el sol de ABRIL, que absurdo el día en que soñé que eras para mí" Luis Miguel.

24. "....En ABRIL nació el amor... y la brisa se lo llevó... " Mocedades.

25. "...Afuera creo que es ABRIL, me importa un bledo el noticiero, total jamas hablan de mi..." Ricardo Arjona.

26. "...Quiero aprender de memoria con mi boca tu cuerpo muchacha de ABRIL y recorrer tus entrañas..." Leonardo Favio.

27. "...Acuérdate de mí si ABRIL te llega, tendida, fiel y amada en otros brazos; acuérdate de mí si ABRIL volviera..." Amaury Pérez.

28. "...con el sol de ABRIL y sin saber porque, estoy sudando en nuestra fe, que no para de crecer... " Gustavo Cerati.

29. "...te regalo un otoño un día entre ABRIL y junio, un rayo de ilusiones, un corazón al desnudo...” Juan Luis Guerra.

30. . Que no se acabe esta noche, ni esta luna de ABRIL... Ana Belén.

31. . ..No hay luna de agosto ni lluvia de ABRIL... Ismael SerranO

32. ....Si es como dices, qué haces aquí? envenenando este mes de ABRIL.... Guillermo Dávila