miércoles, 23 de febrero de 2011

Cliché... Y finalmente terminó…

 (O sobre las relaciones)


''...Es lindo dejar una relación insana para comenzar una relación con una persona tan especial como “tu mismo/a”

Conocer a alguien no es un error, nunca será un error, pero muchas de las actitudes que asumimos respecto a ese alguien pueden serlo, sin embargo tendemos a buscar otros culpables, cuando “solo nosotros” somos responsables de lo que nos pasa.

De ves en cuando debemos hacer un “yo me arrepiento” algo así como: hoy, yo me arrepiento de todos mis errores, y entiendo que ellos han sido la base de mi infelicidad, reconozco todos los puntos en lo que falle, y enmendaré cada uno de ellos, desde siempre mi posición estuvo definida, desde el mismo momento en que hice mi entrada y es por esto que ahora decido hacer mi salida.

La vida nos da opciones y en cierta etapa de la vida podemos elegir la incorrecta, eso no quiere decir que estemos reprobados, simplemente debemos aprender e intentarlo nuevamente, y no trato de ser positiva, es un hecho que “puedes equivocarte” y la vida te concede el permiso, es decir, estoy hablando de una realidad. Lo importante es resaltar que no es sabio ni eficaz volver a caer en el mismo error, después de que se ha caído varias veces. Es necesario aprender bien.

Una vez que sanamos una herida no debemos volver a pisar sin calzados. No es sabio repetir lo mismos errores, no es sabio que el optimismo pase a ser “fantasía” no es sabio justificar a nadie que no sabe justificarse con sus acciones. No es sabio dar 4ta ni 5ta oportunidad.

Persistir en lo que es un visible fracaso es perjudicial, hay que sufrir de una vez por todas, y después sanar. No podemos devolvernos una vez que nos faltan pocos pasos para la meta.


Si tienes que sufrir hazlo, pero procura sea definitivo, sino, ni lo intentes. Enfrentarse con el dilema que representa clausurar una relación es doloroso, pero es peor enfrentarse con ese conflicto un sinnúmero de veces y nunca llegar a una conclusión sincera.

Terminar una relación implica quedarse sin esa persona a la que por una razón u otra llegamos a venerar, pero también es un proceso de cambio, sabes que NO funcionó y no es sano desgastarse para volver a fracasar. Cada vez que volvimos pensamos que iba a funcionar y… nunca funcionó, es simple, no se puede obligar a algo a encajar, algo que visiblemente no encajo antes. No se puede tener la paciencia para que algo inútil funcione bien, cuando ese algo nos esta desgastando la vida y consumiendo las energías. No se puede. No se puede. Y aquí ese “no se puede” es muy valido.

Terminar la relación es un acto doloroso, pero valiente, que te dice a ti misma que lo intentaste y que no marchó bien, pero que ya vendrá algo mejor. Esperar ese algo puede ser lo difícil, saber que lo que sigue es incierto, ese miedo por lo desconocido, pero recuerda que esa persona también fue desconocida para ti. Quien venga después puede reunir sus propias características, y sumar aquellas que esa persona no tuvo para hacerlo funcionar.

Si no funciono por causa tuya entonces debes esperar, y prepararte para poder estar listo. Lo importante es que en el proceso de separación te quieras tu mismo, que reconozcas en ti una persona valiosa, que simplemente no pudo fusionarse con otra, pero eso no significa un problema, un conflicto amoroso no es un problema, quiere decir que todos somos diferentes y que no todo el mundo es ideal para nosotros, quiere decir que debemos aprender mas y si sabemos demasiado entonces quiere decir que debemos amar mas.

Lo importante es que no te engañes, que autorreflexiones sin lastimarte, que sopeses, que pases inventario, que revises tu activo. Lo importante es lo que hiciste bien, lo que hiciste mal, las alegrías, las tristezas y que entienda que esa ecuación da como resultado “balance insuficiente para regresar con esa persona” hay que entender cuando no suficiente. No se trata de príncipes ni princesas, se trata de tu salud emocional, de que nadie puede hacerte daño, ni lastimar tus emociones, de que eres una persona sana y nadie puede hacerte sentir odio, venganza, ansiedad, desenfreno, desequilibrio.

Curiosamente que seas una persona “que no merece eso” es lo que debe hacerte asumir una actitud sana. ¿No mereces eso? entonces ¿Por qué permitirlo? Cuando tenemos rupturas amorosas nos llenamos de preguntas, precisamente por no comprender lo que ocurre. El dolor puede ser un aliciente para tu autoestima, puede ser “ese algo” que necesitas para ser una mejor persona.

Preguntarse ¿por qué? también es desgastarse un poco, lo que tenemos es que ver las cosas de manera objetiva, porque todos en el fondo nos negamos a sentirnos culpables. Lo importante es que no vas a permitir que tu felicidad dependa de otra persona. Lo importante eres tú.

EJERCISIO:
Has un listado de la culpa que le atribuyes a otra persona. Léelo y modifícalo cuantas veces sea necesario, usa un estilo libre, solo escribe lo que sientas. Lo mas importantes es que lo leas concientemente y lo modifiques cuantas veces sea necesario para darte cuenta que algo de tu parte pusiste en cada una de esas acciones que cometió esa “otra persona”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario